MISERIA, UN MIEDO QUE TRANSCURRE EL TIEMPO
A lo largo de la historia se ha presentado
un miedo que se ha convertido prácticamente en algo cotidiano para las
personas, que ha pesar de ser consientes de que es malo para la sociedad, no
hacen nada al respecto para cambiarlo pues temen caer en eso a lo que se llama
miseria.
En la época del siglo XI, se observó que,
en un principio, la miseria era más perceptible, pues la gente poseía menos que
la gente pobre de ahora. La miseria sobresalía en dos aspectos: miedo al hambre
y miedo al futuro, ya que, a causa de las guerras y la falta de empleo, no
había ni dinero ni un domicilio fijo donde sentirse seguro de la realidad que soportaban
(Duby, año 1000, año 2000, 1995, p.26)
Pero a pesar de la dura situación que
padecían, los pobres, se cuidaban y eran solidarios los unos con los otros,
siendo así una comunidad creada para la supervivencia y la seguridad. Sin
embargo esa ayuda que existía entre ellos fue desapareciendo (Duby, año 1000,
año 2000, 1995, p. 27).
En el siglo XII, los campesinos, que
buscaban mejores oportunidades o fueron sacados de sus tierras por la
urbanización, viajan a las grandes ciudades para encontrar nuevos empleos y
mejor calidad de vida, pero sus sueños no se pudieron lograr ya que, al ser
recién llegados, no obtenían mejores cosas que ser una parte más de la fila de
los pobres (Duby, año 1000, año 2000, 1995, p.32).
A medida que fue pasando el tiempo la exclusión hacia las personas de
pocos recursos fue en aumento, como se pudo observar en los siglos XIII Y XIV,
pues los ricos temían a la numerosa cantidad que llegaban o vivían en las
ciudades, causando así el “fenómeno del rechazo” (Duby, año 1000, año 2000,
1995, p.46).
Al contrario de las dificultades que se
dieron en esa época, hoy en día con “mejor” organización y más recursos, se
sigue viendo la pobreza y esta va en aumento, puesto que a pesar de que el
Estado trata de resolver esta situación, falta una mejor distribución de los
recursos, ya que lo único que se está logrando es que los ricos sean más ricos
y los pobres más pobres.
Esto lo señala, por
ejemplo Santos en Colombia, según él: “Colombia hoy no es un país pobre; ni
siquiera es un país de ingreso medio. Es un país de ingreso medio alto, que
tiene un ingreso per cápita promedio por encima de 6 mil dólares. Inclusive hay
partes del país que están cerca del ingreso alto-bajo. Nuestro problema no es
falta de riqueza, nuestro problema es que hay mucha pobreza, es decir, que
falla la distribución” (Andrés Rosales, 20 de agosto del 2011).
Además del problema de
la repartición de bienes, también se mantiene desde la antigüedad, el inconveniente
del desempleo, que en el día de hoy se da gracias a la falta de oportunidad de
empleo y de estudio, lo que genera delincuencia y finalmente rechazo y miedo a
los pobres (Paula Andrea Pardo Prada, s.f, p. 3)
Teniendo en cuenta lo que se acaba de
presentar, se puede llegar a la conclusión de que, a pesar del tiempo o las diferentes
razones por las cuales se da, la miseria, la pobreza siguen presentes en el día
de hoy, transcurriendo así el mismo tiempo junto a la humanidad.
REFERENCIAS
Duby, G (1995) Año 1000, Año 2000: la
huella de nuestros miedos. Santiago de Chile: Editorial Andrés Bello.
Pardo, P (s.f) Pobreza y miseria.
Recuperado de http://www.slideshare.net/PauPardo/pobreza-y-miseria-en-colombia
Gobierno Santos y lucha contra la pobreza
extrema http://www.eltiempo.com/politica/ARTICULO-WEB-NEW_NOTA_INTERIOR-10195729.html
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